jueves, 18 de marzo de 2010

Delibes, el honesto



Ya quedan pocas personas como Miguel Delibes: honestos, claros, sencillos. Su pérdida irreparable se compensa con los libros que le hacen eterno. Libros con personajes cotidianos, humildes, de la tierra, por los que es imposible no tener simpatía. Sin el tremendismo de Cela, casi en un susurro, sin llamar la atención, La mirada de Delibes es certera. Va al grano. Delibes acoge a los humildes y desacredita a los poderosos exponiendo al aire sus miserias cotidianas. También el escritor denuncia la destrucción de la naturaleza con voz firme. Otro precursor, junto a Félix Rodríguez de la Fuente. Un radical a pesar suyo, un ecologista en pantuflas. Hemos perdido al hombre pero nos queda su obra.
Descanse en paz.

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