miércoles, 17 de julio de 2013

Lo que fui

Una vez fui joven
y todo envejecía a mi alrededor.

Una vez fui viejo
y todo rejuvenecía junto a mí.

Una vez fui libre
y la vida estaba encadenada.

Una vez fui esclavo
y el cielo no tenía límites.

Una vez fui cuerpo
y el alma se perdió en la bruma.

Una vez fui alma
pero el cuerpo la atrapó sin compasión.

Una vez fui hombre
pero, créeme,
fui tan solo un niño.

No pasa nada

Mientras comía la miraba de reojo. El leve roce de los cubiertos con la comida era el único sonido perceptible entre ellos. Comían en silencio, como siempre. Cada uno sumido en sus pensamientos. ¿Qué pensará?, pensaba a su vez. ¿Qué pensará de mí después de tantos años, en esta decadencia rutinaria? ¿Ha valido la pena llegar hasta aquí? Cuántas preguntas enquistadas en el alma.
Ya apenas si se miraban a los ojos, frente a frente, directamente. Las miradas se esquivaban. Ya no se comunicaban con la mirada, con esa mirada cómplice que decía tantas cosas. En sus conversaciones evitaban sutilmente los temas personales. Cuanto más creían conocerse, más se desconocían. Se habían convertido en dos extraños. En dos soledades amparadas por una convivencia común. 
Y no sabía cómo expresarle lo que sentía, cómo conversar serenamente y recuperar afectos pasados. No sabía y no se atrevía. Porque quizás mediante las palabras no sería capaz de expresar lo que llevaba dentro y pugnaba por salir pero se le quedaba en la garganta, inundándolo de una emoción que lo enmudecía. ¿Qué hacer? Nada. No había nada que hacer. Quizás escribirlo en un blog para desahogarse...
De repente, todo se esfumó. "¿has acabado? ¿Puedes recoger la mesa?"

domingo, 4 de marzo de 2012

Ninots


Som ninots. Somos caricaturas grotescas de nosotros mismos. ¿O no?