jueves, 18 de marzo de 2010

Escoria NiNi


El "reality" disfrazado de experimento educativo denominado "Generación NiNi" hace tiempo que hace aguas. Y me gusta que así sea. Los "ejemplares" encerrados para ser reeducados -no merecen ser llamados personas- arrastran sus frustraciones de niños consentidos, violentos y sin referentes morales y ponen de manifiesto día a día que la educación no lo resuelve todo, que la psico-pedagogía del diálogo no funciona con determinadas personas. Así ocurre en los centros educativos. Por mucho que se intente, por muchos recursos que se pongan a su disposición -quizá demasiados- hay escolares que se ríen del sistema, que lo chulean y que lo chantajean. No son muchos pero son irrecuperables. No debería perderse ni un minuto de tiempo con ellos, no debería gastarse el estado ni un céntimo con ellos. Son escoria porque así lo han elegido. Como sus héroes de generación NiNi.

Delibes, el honesto



Ya quedan pocas personas como Miguel Delibes: honestos, claros, sencillos. Su pérdida irreparable se compensa con los libros que le hacen eterno. Libros con personajes cotidianos, humildes, de la tierra, por los que es imposible no tener simpatía. Sin el tremendismo de Cela, casi en un susurro, sin llamar la atención, La mirada de Delibes es certera. Va al grano. Delibes acoge a los humildes y desacredita a los poderosos exponiendo al aire sus miserias cotidianas. También el escritor denuncia la destrucción de la naturaleza con voz firme. Otro precursor, junto a Félix Rodríguez de la Fuente. Un radical a pesar suyo, un ecologista en pantuflas. Hemos perdido al hombre pero nos queda su obra.
Descanse en paz.

domingo, 14 de marzo de 2010

Silly thought



Soy tan imperfecto que solo me queda ser buena persona... ¡Si al menos supiera contar chistes!

El dios de la lluvia llora sobre la tierra

Este invierno será recordado porque el agua surgió de nuevo. Cauces que llevavan décadas secos, rebosan y se desbordan. Canales polvorientos son trazados por la corriente. Humedales desecados anegan los campos de cultivo invasores. No es catástrofe lo que origina el agua desbocada. Es justicia frente a los demanes de la humanidad. Ya lo decía Pablo Guerrero: "que tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover....QUE TIENE QUE LLOVER A CÁNTAROS.