domingo, 7 de febrero de 2010

Hace veinticinco años...


Qué nos queda
cuando mueren los recuerdos.

Atravesamos campos de bruma
desconociéndolo todo
como antes, como siempre

Apenas un murmullo
nos atrae en noches
de clara oscuridad,
sinteindo que el ocaso
se acerca.

Cuando mueren los recuerdos
no somos sino sombras,
caminos perdidos,
ríos secos.
Somos nosotros
reducidos a la nada,
al vacío más inmenso.

Cuando los recuerdos mueren
no somos más que
un profundo desaliento.

31 de enero de 1985