sábado, 26 de septiembre de 2009

La normalidad de la consejera


Érase una vez un comienzo de curso normal, donde todo el alumnado estaba escolarizado en los plazos indicados, donde cada profesor disponía de su horario personal de trabajo y cada alumno sabía en qué grupo se encontraba. Érase una vez un comienzo de curso donde los equipos directivos no tenían que hacer horas extras -no remuneradas- para que todo funcionara con normalidad. Érase una vez un comienzo de curso donde todos colaboraban para superar las dificultades iniciales. Érase una vez un comienzo de curso donde nadie se miraba el ombligo y era solidario con sus compañeros. Érase una vez un comienzo de curso donde las administraciones educativas no imponían más trabajo sin comprometerse a nada. Érase una vez un comienzo de curso en el que había entusiasmo por enseñar y avidez por aprender. Érase una vez un comienzo de curso donde el conocimiento y las buenas maneras serían fomentados por todos. Érase una vez un comienzo de curso verdaeramente normal. Érase una vez...
¡Qué viejo me siento para creerme más cuentos!

No hay comentarios: